Dependiendo del tipo de interés las hipotecas pueden ser:

Hipoteca fija:
Una hipoteca fija es aquella a la que se le aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo. Esto hace que la cuota mensual a pagar sea siempre la misma durante toda la hipoteca, aunque los tipos de interés del mercado suban o bajen.

Hipoteca variable:
Las hipotecas variables tienen un tipo de interés compuesto por un tipo de referencia, que suele ser el Euribor, más un diferencial fijo. Esto hace que las cuotas mensuales a pagar suban o bajen en función de cómo lo haga el índice de referencia (Euribor).

Hipoteca mixta:
En las hipotecas mixtas se combina el funcionamiento de la hipoteca fija y la variable. El tipo de interés es fijo durante un plazo determinado de la duración del préstamo, mientras que el resto del plazo es variable.